Los tractos de fibras descendentes que se originan en el encéfalo
constan de dos grupos principales: los tractos corticoespinales,
o piramidales, y los tractos extrapiramidales.
Los tractos piramidales descienden de manera directa,
sin interrupción sináptica, desde la corteza cerebral hasta la
médula espinal. Los cuerpos celulares que contribuyen con
fibras a estos tractos piramidales están localizados principalmente
en la circunvolución precentral, y forman la corteza
motora primaria. De las fibras corticoespinales, 80 a 90% se decusa en
las pirámides del bulbo raquídeo (de ahí el nombre “tractos
piramidales”) y descienden como los tractos corticoespinales
laterales. Las fibras no cruzadas restantes forman los tractos
corticoespinales anteriores, que se decusan en la médula espinal.
Los tractos descendentes restantes son tractos motores
extrapiramidales, los cuales se originan en el tronco encefálico
y están en su mayor parte controlados por las estructuras del
circuito motor del cuerpo estriado —núcleo caudado, putamen y
globo pálido— así como por la sustancia negra y el tálamo.
Bibliografía:
-Guyton, Arthur (2011). Tratado de Fisiología Médica. España: Elsevier Saunders
-Snell, Richard (2010). Neuroanatomía Clínica. España: Lippincott Williams & Wilkings
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