La contracción de músculos genera tensión, que permite
que los músculos se acorten y, por eso, que desempeñen
trabajo. La fuerza de contracción de los músculos esqueléticos
puede ser suficientemente grande como para vencer la
carga sobre un músculo para que ese músculo se acorte.
Las bandas A dentro de cada fibra muscular están compuestas
de filamentos gruesos, y las bandas I contienen
filamentos delgados. Puentes que se extienden desde
los filamentos gruesos hacia los delgados causan deslizamiento
de los filamentos y, así, tensión y acortamiento
musculares. La actividad de los puentes está regulada
por la disponibilidad de Ca2+, que aumenta por potenciales
de acción en la fibra muscular.
El deslizamiento de los filamentos se produce por la acción
de muchos puentes que se extienden desde la miosina hasta
la actina. Estos puentes forman parte de las proteínas miosina
que se extienden desde el eje de los filamentos gruesos
para formar “brazos” que terminan en “cabezas” globulares.
Cada cabeza de miosina globular de un puente transversal
contiene un sitio de unión a ATP estrechamente asociado
con un sitio de unión a actina. Las cabezas globulares funcionan
como enzimas miosina ATPasa que dividen el ATP hacia ADP y Pi.
Al hidrolizarse el ATP, la cabeza de miosina se adhiere a la actina, lo que
forma un puente, el Pi unido se libera, lo cual da por resultado un cambio conformacional en la miosina, que hace que el puente produzca un
golpe de energía, misma que es la fuerza que tira
de los filamentos delgados hacia el centro de la banda A.
-Guyton, Arthur (2011). Tratado de Fisiología Médica. España: Elsevier Saunders
-Ira Fox, Stuart (2011). Fisiología Humana. McGraw Hill Interamericana
No hay comentarios:
Publicar un comentario